"Fíjese en mí. Vine a este pueblo hace más de treinta años y desde entonces estoy de paso" - dice un personaje en una novela de Ricardo Piglia.
Leyendo esto recordé mi piso en el barrio africano de Berlín, calle del Camerún, donde antes no había africanos no, era pura posguerra décadas después, donde estuve de paso un año y otro. Cuando llegué no tenía dinero para amueblar un piso, ni sabía cómo arreglar un espacio tan destrozado. Lo pintamos entre Jakob y yo. El pasillo parecía una caverna pop, la puerta de la cocina era de tres colores y alguna vecina asomaba el gaznate cuando adivinaba "aquello". El baño era otra cueva con las paredes cubiertas de cartones pintados. Hasta que una vez se rompió una tubería, el agua hizo caer todas las pinturas, tuvimos que llamar al casero y el tipo vio ... Qué espanto.
A mí nadie me dijo que los inquilinos deben pintar las casas de blanco. Por qué de blanco. O por qué una pared no puede tener puntos y rayas.
En fin. Que mientras viví en aquella caverna pop con estufas de carbón y dos ordenadores, pensé en marcharme a Portugal, a Canadá, a Valencia, qué sé yo.
Estaba en un mar de color para no mirar por la ventana y ver ese patio gris de posguerra.
En mis idas y venidas me sentí siempre de paso. Un poco más en casa cuando, al cabo de algunos años, llegaron los africanos a poblar la calle de Togo, de Ghana, de Camerún.
Teresa D.
claro y le habrán dado color al barrio, era una broma. hay dos cosas en tu post que me han interesado. Una es la sensación de estar de paso, que siempre siento esté donde este, aunque últimamente comienzo a sentirme a gusto en el salón de mi casa donde me he instalado desde hace poco para desarrollar un trabajo. aunque claro, cualquier persona que venga a verme sentirá que en realidad estoy de paso, pues este confortable espacio, que es para mi, está ocupado solamente por una mesa y silla, el resto, que es bastante grande, solo esta ocupado por un viejo sillón donde leer. recuerdo ahora la cara del vecino del primero que subió el otro día, no concordaba su idea de salón con el lugar en que se encontraba. debe de ser esta sensación la que me hace sentir extranjero, como si no fuera mi sitio ningún lugar que ocupo a los ojos de los otros. también me llamó la atención cuando hablabas de los colores de tu casa y del gris exterior, aunque no lo conozco me puedo imaginar ese gris berlines, pensaba en los africanos ocupándolo y en los colores de sus pisos, los de sus ropas, cuando caí en la cuenta de que a ellos les pasa un poco lo que a ti. en un recuerdo de dakar me viene a la memoria el horizonte color marrón, un pardo absoluto recorre ahora la imagen que de senegal tengo, tierra, baobas, coches, casa y calles. la misma sensación que puedes tener en berlín pero en tonos calidos. a veces tengo la impresión que esto de los colores es una invención de la fuji.
saludos, françois
Posted by: françois on February 27, 2003 04:16 PMefímero vendedor de guacamayos dice:
pero las ropas de los africanos ya eran antes de la fuji
efímero vendedor de guacamayos dice:
coloridas
candidata nº38 dice:
si pero parece que el mundo tiene que ser multicolor cuando no tiene que serlo
efímero vendedor de guacamayos dice:
ahhh ya, claro
candidata nº38 dice:
los colores existen en los botes de pintura y en las ropas de los negros
efímero vendedor de guacamayos dice:
en realidad el color es un plus, un lujo, una necesidad de lujo, por ejemplo en la naturaleza, en los insectos, en las flores...un ornamento
candidata nº38 dice:
recuerdas los colores de las obras de bill viola
efímero vendedor de guacamayos dice:
si
candidata nº38 dice:
eran extrañamente intensos esos videos
efímero vendedor de guacamayos dice:
la pintura también es eso
efímero vendedor de guacamayos dice:
un lujo de color
efímero vendedor de guacamayos dice:
una necesidad vital
candidata nº38 dice:
costaban 300.000€
efímero vendedor de guacamayos dice:
que pasada
efímero vendedor de guacamayos dice:
oye, donde está el signo del euro en tu teclado
efímero vendedor de guacamayos dice:
?
candidata nº38 dice:
alt gr+5
efímero vendedor de guacamayos dice:
€
efímero vendedor de guacamayos dice:
joer
efímero vendedor de guacamayos dice:
a buenas horas me entero
candidata nº38 dice:
alfinal toda conversación termina girando entorno al dinero
efímero vendedor de guacamayos dice:
€€€€€€€€€€€€
efímero vendedor de guacamayos dice:
jajajaj
Pues estoy de acuerdo con el efímero vendedor de guacamayos en que la fuji llegó después. Aunque la fuji influye mucho en la forma de imaginar de bastantes personas.
Yo también empiezo a sentirme más en casa en Berlín, aunque tampoco tengo salón que se diga, sino tres escritorios por los que dan vueltas mis papeles. Pero lo de las miradas de las demás es fundamental. Y es triste cómo encasillan. Yo tuve una época en que me sentía holandesa errante porque los mexicanos me tomaban por mexicana, los guineanos por brasileña, los alemanes por italiana y me preguntaron dos veces si era japonesa. A todo esto los turcos me hablaban en turco y los libaneses me consideraban un poco exótica por comprar cuscús en su tienda ( que se come en Túnez) . En Madrid, por supuesto, había quien me miraba como si fuera extranjera. Pero creo que ya lo he superado. Vivo en un espacio internacional en el que me siento a gusto. Lo peor es salir de él y encontrarse en la Alemania profunda o en la España cerrada. Por cierto, que mi calle ahora se llama Malplaquet y los alemanes tampoco la escriben bien porque el nombre francés no les entra.
Me han gustado mucho tus comentarios. Teresa D.