En mis años jóvenes cantábamos el "quiero ser santa" a grito pelado. Lo que ocurre es que con el tiempo una va tomando decisiones que le van cerrando puertas. Como me excomulgué ya no tengo documento de identificación para entrar en el cielo. No pagué los impuestos a la iglesia católica así que me conformo con transformarme en polvo o me voy a informarme en la escuela de rabinos que han abierto en Berlín si tengo derechos ancestrales a que me entierren en uno de esos hermosos cementerios judíos donde en vez de flores te ponen piedrecitas.
El caso es que si ustedes aún no se excomulgaron voluntariamente, ahora se les ofrece una oportunidad de intentarlo. Como van a excomulgar a los padres de una niña nicaragüense que abortó después de una violación ( después de que le pusieran muchos impedimentos) algunas organizaciones han iniciado la campaña "Yo también quiero ser excomulgad@". Hay información en www.redfeminista.org
Por cierto que además topé con página de católicos tradicionalistas hispanohablantes buscando la campaña de excomuniones. Pero parece que ellos siguen en sus trece.
Y si alguien está interesado en la campaña contra la guerra, pueden consultar una acción global para el día 26 de febrero en
www.moveon.org/winwithoutwar/
Y acaba de entrar Jakob criticando la profusión de enormes diccionarios sobre mi mesa.
Hasta mañana.
Teresa D.