Las doce y media y sigo en casa. Han retrasado la salida a Guadalajara porque no ha entrado el depósito bancario del empresario que nos contrata. El concierto será en La Concha Acústica, un teatro al aire libre, pero no en la calle como pensé, aunque sí será un concierto gratuito para el público.
Esta es la faceta oscura del músico: vivir aguardando. Esperar aviones, trayectos por carreteras, esperar a que te recojan en los aeropuertos, aguardar a que te den tu habitación en los hoteles, esperar periodistas, pruebas de sonido, etcétera. Nunca nadie está a tiempo. En las producciones siempre hay retrasos, en fin. Por eso los músicos se vuelven adictos a algun estimulante, no por razones contraculturales como se cree. Al menos no en estos días modernos. Las adicciones vienen de esta absurda manía de mantenernos esperando, de no ser dueños de nuestro tiempo. Es el hastío, no la rebeldía, lo que conduce a las muertes por sobredosis de los roqueros, sobretodo de aquellos que ya son megaestrrellas y que me contaban sus quitas cuando los concía en las giras por Europa.
Después de una muerte por sobredosis de alguna celebridad la prensa pone a ocho columnas la probable razón del deceso y los intelectuales contraculturales se escandalizan una vez más de cómo el mundo está tan mal que los telentos nos abandonan en un gesto heroico y epico que reniega de esta vida y nos restriega en la cara a los sobrevivientes los males de nuestra civilización. No, en realidad, se muere de una sobredosis por el aburrimiento de estar esperando a algun periodista retrasado que llegaría a preguntarte las mismas preguntas de siempre, una vez más, o a que tu manager te llame para confirmarte la hora de salida. En fin. Como se ve, el esperar conduce a escribir sobre temas absurdos, y eso que en esta ocasión puedo mantenerme en stan by en mi propia casa, no en un lobby de hotel ni salas de aeropuertos, así que tampoco ha sido tan grave esperar toda la mañana.
He aprovechado el tiempo para contestar correos, trabajar en pendientes, y seguir oyendo mis discos de son veracruzan o: los Utrera, los Cojolites, Chuchumbe, etcétera. Me llamó por teléfono el manager de Diego el Cigala para precisar asuntos de su próximo viaje. Le he propuesto que incluyamos en su visita un encuentro con un grupo de son veracruzano. Le he explicado como pude de qué trata esta música y un par de horas después rercibí respuesta por email confirmando la disposición de Diego a participar en el encuentro. Si logro articularlo, cumpliré un viejo sueño, que el son veracruzano y un artista del flamenco se encuentren y exploren probables fusiones. ¡Vaya! Ahora debo ver si el Centro Cultural de España en el DF financía el hospedaje, transporte y viaticos de los veracruzanos, así como el hospedaje y las dietas de los españoles.
Me han enviado una nota que apareció en EL REFORMA (http://www.reforma.com/cultura/articulo/266366/default.htm) sobre la pasión de distintas "personalidades" por las fiestas de Tlacotalpan, aparecen declaraciones mías junto con la de Toño García de León, a quien he admirado desde hace lustros y que apenas me presentaron este fin de semana en Tlacotalpan. Aunque no suelo ser solemne, en este caso sentí un gran honor por haberlo conocido, pues admiro su trabajo, principalmente su faceta de musicologo.
Él ha sido gran impulsor del son, ha descubierto sones perdidos en archivos del siglo XVII y XVIII, toca él mismo la jarana, y ahí estaba en los fandangos cantando y rasgandole a las cuerdas. Además es historiador, tiene varios trabajos sobre la historia agraria de CHiapas, algunos publicados desde antes del levantamiento zapatista, "Resistencia y utopía, memorial de agravios y crónica de revueltas profesías acaecidas en la provincia de Chiapas durante los últimos quinientos años de su historia", en dos tomos (editorial ERA, México, 1985). Y claro, ultimamente es, además, activista prozapatista.También aparecen declaraciones de mi ex cuñado el poeta Pancho Segovia, de la fotografa Graciela Iturbide y demás celebridades.
También me llamó Enrique Blanc, a quien invité a participar en el proyecto de escribir la historia del rock mexicano para el Fondo de Cultura Económica, en una colección dirigida por Enrique Florescano. UN absurdo, pues el texto tiene que estar compactado en 20 cuartillas. Acepté sólo porque la obra es dirigida por Florescano, pues siempre me he quejado de que los historiadores no se ocuparan de este tema, sin embargo, no sé cómo lograremos resumir en tan poco espacio más de casi 50 años de historia. Una cosa es indudable: terminaremos denostados por todos, ya que este tipo de sinopsis suelen dejar insatisfecho al mundo entero, principalmente aquellos que por alguna razon no aparezcan mencionados en el recuento, pero también a quienes aparezcan, pues siempre desearán que se haya dicho más y mejores cosas sobre ellos... Caray, debo poseer vocación de suicida y ya hasta estoy acostumbrado a que me destrocen.
...Seguiré aquí, aguardando a que mi manager me llame y me confirme la hora en que saldremos rumbo a Guadalajara.
Posted by Pacho at February 4, 2003 01:08 PMHola Pacho.
Nunca había pensado en la empatía que podrías tener como rockero con las mujeres...
Alguna vez Faith Wilding hizo un performance sobre todo aquello que las mujeres "deben esperar"...
Esperar para casarse, para tener hijos, para que te "elijan" por compañera... y muchas cosas más...
http://www-art.cfa.cmu.edu/wilding/performances.html
Esperar desespera... también mata...
¡Suerte en Guadalajara!
Besos.
Posted by: Cindy Gabriela on February 4, 2003 02:16 PMHi pacho...yo dejé los deportes colectivos porque me cansaba de estar esperando. Aunque creo en la solidaridad me gusta saber que lo que hago depende de mi mismo...aunque eso sí que es una utopía porque al final siempre dependes de 2ªy3ª personas...en fin, paciencia!
Posted by: el lector on February 4, 2003 05:40 PMLa espera es el único momento que nos queda para nosotros mismos en este mundo desesperado. No la desperdicies en huevadas, Pacho.
Posted by: GM on February 4, 2003 08:47 PM